La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos ordenó a Boeing y al fabricante de motores Pratt & Whitney reforzar los motores PW4000 que impulsa a los aviones B777-200, programa involucrado en un incidente en febrero de este año.
Steve Dickson, administrador de la FAA, dijo durante un panel de la Comisión de la Cámara de Representantes estadounidense que el regulador está trabajando con Boeing para garantizar que “la estructura alrededor del motor, la capota y el área de entrada no dañe la estructura de la aeronave”.
En febrero, el vuelo UAL328 de United Airlines, que cubría la ruta Denver-Honolulu con un B777-200, sufrió una falla de motor poco después del despegue. Testigos en tierra registraron la caída de partes de la aeronave.
Ante esto, la FAA ordenó inspecciones inmediatas a los aviones de este tipo con motores PW4000 antes de los vuelos, luego de que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte encontrara un problema con las aspas del ventilador.
Tanto el regulador estadounidense como la Oficina de Aviación Civil de Japón suspendieron las operaciones de todos los B77 con dichos motores, dejando en tierra a cerca de 130 aviones de este modelo.
United es el mayor operador del motor, con 52 aviones equipadas con ellos. Las aerolíneas japonesas ANA y JAL también vuelan los B777 con motores P&W, junto con las compañías surcoreanas, Korean Air y Asiana.
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