Durante septiembre, la aerolínea escandinava SAS incrementó sus ganancias por pasajero por kilómetro (RPK) en 6.3%, en comparación con el mismo mes del año anterior, pese a la existencia de una campaña contra los vuelos, mejor conocida como Vergüenza de Volar o Flygskam, y que tiene su origen en Suecia.
“El tráfico de todas las rutas domésticas de SAS en los tres países escandinavos (Suecia, Noruega y Dinamarca) crecieron” señaló la aerolínea en un comunicado.
Introducing our new look! A visual symbol of SAS modernizing our fleet and bringing the most fuel efficient planes, the @Airbus A320neo and A350 to our travelers. Painting out a more sustainable aviation future. Experience the new livery: https://t.co/RaAweEuVre #flysas #aviation pic.twitter.com/KmmjpAD8PN
— SAS - Scandinavian Airlines (@SAS) September 19, 2019
De igual forma, la aerolínea puntualizó que este incremento en la demanda doméstica se debe directamente “a nuestro trabajo para mejorar nuestra oferta a los clientes y nuestros esfuerzos para reducir el impacto climático de la aviación”.
“Además del nivel neutro de carbón en todos los boletos de SAS comprados por los miembros de EuroBonus, los viajeros ahora pueden hacer sus vuelos más sustentables si deciden pagar por el uso de biocombustible, lo que reduce las emisiones de carbón en 80%, en comparación con los combustibles fósiles” dijo Rickard Gustafson, director ejecutivo de SAS.
Sin embargo, los viajes internacionales, al resto de Europa, sí se vieron afectados. La línea aérea señaló que la debilidad actual de la moneda sueca, aunado a la incertidumbre geopolítica han dañado los viajes intercontinentales desde y hacia Escandinavia.
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