Luego de cuatro décadas de operación para United Airlines, la aeronave Boeing 747 –conocida en el medio aeronáutico como la "Reina de los Cielos"– efectuó su último servicio doméstico para la compañía aérea estadounidense el pasado viernes 28 de julio.
El histórico vuelo partió de la terminal de O'Hare, en Chicago, hacia el Aeropuerto Internacional de San Francisco, lleno hasta el tope de reporteros, empleados de la aerolínea y entusiastas de la aviación, así como uno que otro despistado que, hasta que vio las cámaras, se dio cuenta de que había reservado uno de los 440 codiciados asientos en el adiós de este gigante.
Con todos los aviones nuevos que tenemos, (el 747) está un poco anticuado", señaló el Capitán David Smith, piloto al mando, aunque reconoció que extrañaría volar este avión porque genera "mucha lealtad no sólo de los pasajeros, sino también de los pilotos".
A partir de ahora, Smith volará aviones Boeing 787 Dreamliner.
Un poco de historia
El 747 fue conceptualizado y creado por más de 50 mil trabajadores de Boeing a finales de los años sesenta del siglo pasado. Realizó su primer vuelo de prueba en febrero de 1969 en Everett, Washington, y al mes siguiente, PanAm estuvo a cargo del debut comercial de esta aeronave con un vuelo de Nueva York a Londres.
Inmediatamente, sus características hicieron de este avión único e inconfundible: sus cuatro motores turbofán (pionero en su utilización), el fuselaje ancho (primero en su tipo) y de casi 69 metros de largo (equivalente a un edificio de seis pisos), y la clásica joroba que remata su silueta.
En algún punto de su historia, se pronosticó que el 747 se quedaría obsoleto en cuanto se hubieran vendido las primeras 400 unidades. Sin embargo, superó las expectativas hasta de la propia Boeing, que a la fecha ha producido más de mil 519 unidades, y cuenta en el modelo 747-8 con un digno sucesor de la historia de esta emblemática aeronave.
Despedida de altura
En medio de un ambiente de festiva comunidad, los pasajeros pudieron vivir una experiencia como en ningún otro vuelo, ya que tuvieron absoluta libertad de moverse entre las dos cubiertas del avión, e incluso pudieron visitar la cabina y tomarse fotos en casi cualquier rincón.
George Spohr, editor del Journal & Courier, incluso señaló que la cabina entera hizo “la ola”.
Y al aterrizar, una sobrecargo le cantó el equivalente en inglés a las tradicionales “Golondrinas”.
United seguirá operando vuelos internacionales a Europa y Asia con estos aviones, sin embargo, ya prevé el retiro de la flota completa de 747 para este otoño.
(Con información de Rodrigo Anaya).
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