México tiene el talento y la industria para destacar mundialmente en el sector espacial, así lo aseguró el astronauta español Pablo Álvarez durante una entrevista con medios de comunicación.
“De aquí me voy convencido de que México tiene los mimbres necesarios para ser un jugador súper importante en la industria aeroespacial a nivel mundial”, aseguró el cosmonauta.
Para Álvarez, mencionó además que “la chispa” que hará detonar a la industria en la República Mexicana es “creer que pueden hacerlo” y, por supuesto, una mayor inversión en el sector.
“Lo que nos pasa en el mundo hispano es que nos falta creérnoslo. Podemos estar ahí, podemos desarrollar tecnología de punta y podemos ser punteros a nivel mundial. El talento ya está”, aseguró.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE), en el periodo enero a junio de 2024, la Inversión Extranjera Directa (IED) de Fabricación de Equipo Aeroespacial fue de 161 millones de dólares, distribuidos en reinversión de utilidades 128 millones de dólares, cuentas entre compañías 33.4 millones y nuevas inversiones (datos confidenciales).
Según la institución que dirige Raquel Buenrostro, entre enero de 1999 a junio de 2024, el monto acumulado de IED en Fabricación de Equipo Aeroespacial fue 4,380 millones de dólares, además, históricamente, (desde enero de 1999 a junio de 2024) las entidades federativas que han recibido mayor IED son Baja California, Chihuahua y Coahuila de Zaragoza.
En palabras de Álvarez, México ya tiene el talento necesario y cuenta con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otras instituciones, para formar a más jóvenes interesados en la investigación espacial.
¿Qué hace un astronauta?
Pablo Álvarez, de 34 años de edad, se encuentra de vacaciones en México; sin embargo decidió acudir a la UNAM a otorgar una charla dirigida a los jóvenes universitarios para dar a conocer las labores de un astronauta.
“Cuando trabajas en algo que te apasiona, no te cuesta levantarte día con día”, aseguró.
De acuerdo con Pablo Álvarez, ser astronauta no es sólo viajar al espacio y regresar a la Tierra. Las misiones de las agencias espaciales buscan enviar hombres y mujeres para que realicen cientos de experimentos y así conocer y desarrollar, por ejemplo, medicamentos.
El cosmonauta miembro de la Agencia Espacial Europea (ESA) explicó que esto es posible ya que en un entorno de gravedad cero, las partículas se comportan diferente, logrando resultados distintos a los que se consiguen en la Tierra.
Bajo este contexto, Álvarez señaló que anteriormente la industria espacial era un tanto “cerrada” y que prácticamente sólo los ingenieros podían acceder a ser astronautas.
“Yo tuve que aprender cosas de médicos, ahora se suturar, por ejemplo, la distancia entre la Estación Espacial Internacional y la Tierra es demasiada, no puedes esperar a regresar a casa para que te atienda un doctor”, comentó.
En este sentido, Álvarez mencionó que poco a poco el sector se ha ido abriendo y que continuará así hasta que la industria mezcle disciplinas, ya que en un futuro será más sencillo enviar a diferentes especialistas que una sola persona que sepa “hacer de todo”.
“La mayoría de experimentos tienen que ver con nosotros. Sobre cómo reacciona nuestro cuerpo a una gravedad cero. El cuerpo sufre muchos cambios en el espacio, se deforman los ojos, podemos crecer hasta 10 centímetros debido a que nuestra columna se estira, perdemos masa muscular y ósea”, aseguró el astronauta español.
Pablo Álvarez ahora se prepara para viajar a la Estación Espacial Internacional donde tendrá un entrenamiento “muy disciplinado” de dos años, sin embargo, pese al esfuerzo, el cosmonauta dice estar “muy feliz” ya que está cumpliendo su sueño.
“De niños todos deseamos ser astronautas, pero me di un golpe de realidad cuando supe que sólo 12 personas han pisado la Luna”, comentó.
Mencionó que cuando realizó las pruebas para ingresar al programa de la Agencia Espacial Europea, compitió contra otros 2,000 colegas. Le realizaron pruebas médicas, físicas y de salud mental, así como entrevistas.
“Había cinco plazas para más de dos mil. Cuando me aceptaron grité y lloré de emoción. No dejen de aspirar a llegar más lejos, más allá del espacio exterior”, comentó a los estudiantes de la UNAM, durante la charla “Más allá del cosmos”, organizada por el Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Autónoma de México (UNAM)
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