Dos astronautas estadounidenses de la NASA, que trabajan en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), realizaron una caminata espacial de seis horas y media para instalar un lugar de estacionamiento para transbordadores que en el futuro transportarán a nuevos investigadores desde Estados Unidos.
Con esta medida, la NASA busca cortar su dependencia con Rusia, país que ha sido el encargado de transportar a los astronautas desde y hacia la estación espacial.
Esto último ha sucedido desde 2011, cuando Estados Unidos dejó de operar su flota de transporte. Actualmente, llevar un astronauta hacia la ISS tiene un costo de 70 millones de dólares por persona.
Durante la caminata espacial del viernes, los astronautas Jeff Williams y Kate Rubins acoplaron un adaptador al puerto de anclaje de la estación espacial, lo que permitirá el estacionamiento de “taxis espaciales” en el futuro.
Entre estos taxis espaciales se encuentran los proyectos realizados por Boeing y Space Exploration Technologies (con un costo de 100 mil millones de dólares) y SpaceX, la empresa de Elon Musk, la cual planea comenzar los vuelos de prueba de su nueva cápsula Dragon en 2017.
Por su parte, Boeing planea iniciar los vuelos de su CST-100 Starliner en 2018.
La NASA esperaba instalar dos puertos de anclaje en 2015, pero este plan quedó truncó tras un accidente que destruyó el equipo necesario en junio de 2015, y actualmente se está construyendo un puerto de reemplazo, y será entregado a la ISS a inicios del 2018.
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