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28/03/2024

La espalda: el talón de Aquiles de los pilotos

Carlos Salicrup / Miércoles, 13 Abril 2016 - 14:07

El dolor en la espalda de los pilotos es una constante que llama mucho la atención. Principalmente el dolor en la espalda baja, el cual veo que es cada vez más común en nuestro medio, y es el resultado de jornadas prolongadas y falta de cuidados integrales de la columna, además de que no existe la infraestructura necesaria en nuestra industria para cuidar esta área del cuerpo.

La afección de la columna vertebral es una de las primeras causas de cancelación de licencia en los pilotos, aviadores y sobrecargos. Es por eso que trato este tema.

El dolor de espalda está ligado a un proceso de envejecimiento de la columna vertebral, el cual inicia aproximadamente a los 35 años de edad; la rapidez y severidad de este envejecimiento depende de qué tanto cuidemos nuestra espalda.

Desde pequeños nos enseñan a cómo tomar los alimentos con cubiertos, cómo vestirnos, cómo hablar apropiadamente; sin embargo, casi siempre se olvida enseñar cómo cuidar nuestra columna vertebral, y en nuestra sociedad actual esto debería ser vital, ya que la espalda no sabe estar sentada por largas horas y su diseño biomecánico no es para este fin.

Por eso, a los pilotos aviadores le hago una serie de recomendaciones para evitar este mal crónico en la profesión:

Caminar durante unos minutos cada media hora o cada hora; salgan a caminar en las plataformas, estiren los músculos: su espalda se los agradecerá. Recuerden que ésta no fue diseñada para estar sentados por largas horas, y aunque algunos conservadores criticarán esta recomendación, por cuestiones de seguridad, es necesaria.

También, al cargar la maleta y el maletín en el filtro de seguridad y en el avión, recuerden hacerlo con las piernas y nunca con la espalda. No caminen cargando en forma lateral las maletas; para evitar esto se les pusieron ruedas. También debemos insistir –como profesionales– que en los aeropuertos y hoteles en los que nos hospedamos y trabajamos se coloquen rampas, elevadores y escaleras eléctricas para evitar el cargo excesivo de los equipajes.

Y cuando no haya otra opción que cargar los objetos, estos deben estar lo más cercano al cuerpo. Los objetos más pesados deben colocarse en los anaqueles que estén a la altura de nuestra cintura. Por último, cuando se cargue algo, eviten girar la espalda.

Es de gran importancia que los asientos de la cabina estén acolchados y tengan un soporte en óptimas condiciones, de tal forma que sea el asiento, y no nuestros discos y vértebras el que absorba los impactos y las vibraciones sónicas y subsónicas que transmite la estructura del avión en rodajes, vuelo y sobre todo en los aterrizajes.

Un buen asiento tampoco permite que exista una compresión prolongada de los trayectos nerviosos que van y vienen a o desde nuestras piernas; uno de los más importantes es el nervio ciático, el cuál nace de los nervios que salen de nuestra columna lumbar e inerva gran parte de nuestras piernas.

El mal acolchado de nuestros asientos no permite el óptimo retorno venoso de sangre y favorece el aumento de presión de la misma en nuestras piernas, lo que favorece la formación de várices y trombos. También es importante usar los descansa brazos y ajustarlos de manera que estos alivien la presión que debería recibir la columna si el peso de los brazos colgara a los lados.

La forma en la que uno se siente es esencial para evitar dolores de espalda. Hay que quitarse los malos hábitos de sentado que se desarrollaron durante la adolescencia y la juventud.

Sentarse apropiadamente mantiene la “S” de la columna, la cual nos permite una distribución óptima de cargas y presiones. Las rodillas deben de estar niveladas con las caderas y los pies planos sobre el piso, la espalda debe de ir pegada al respaldo del asiento, este debe tener soporte lumbar y ser de tipo “ergonómico”, es decir, que conserve la posición ortopédica de la columna.

El respaldo no debe de estar en una posición de 90 grados, ya que de esta forma toda la presión la recibe la columna lumbar; debe estar ligeramente reclinado para permitir que la “S” de la espalda distribuya el peso y presiones a lo largo de ella.

Son recomendaciones que espero aclaren sus dudas y con esto exista una mejoría en los cuidados que debemos de tener con nuestra real y única propiedad que tendremos durante toda la vida: nuestro cuerpo. Happy landings!

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