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17/05/2024

Los dilemas éticos del espacio

Fermín Romero / Jueves, 9 Febrero 2023 - 16:54

Hace algunas semanas adelantaba que el New Space está revolucionando múltiples áreas estratégicas de la exploración, economía, industria y comercio espacial, con un impacto directo entre la comunidad científica, los gobiernos y las empresas, donde los intereses en juego tienen un peso específico sin duda determinante, y para lo cual urge una regulación internacional adecuada, que será fundamental para normar las actividades espaciales en sus múltiples expresiones.

Existen demasiadas cuestiones que impulsan el desbordado desarrollo tecnológico en el ámbito espacial, cuya contraparte económica encuentra la justificación perfecta en rubros como la observación de la tierra, la mejora de las comunicaciones, los sistemas de navegación, el turismo, la extracción de recursos minerales in situ (ISRU) -primero en la Luna y posteriormente en Marte y otros cuerpos celestes-, entre muchas otras actividades que trascienden las consideraciones estratégicas y geopolíticas de las potencias espaciales y las empresas protagonistas del New Space.

Es precisamente en este escenario donde los dilemas éticos resurgen, nos alertan y recuerdan que el desarrollo espacial debe conducirse bajo principios éticos que impidan que cuestiones como la seguridad espacial, las armas antisatélite y los desechos espaciales prevalezcan por encima de acciones dignas de nuestro nivel de desarrollo y evolución alcanzados como especie humana. Por mencionar tan solo una de las múltiples aristas que exhiben las actividades espaciales.

Los viajes tripulados en la exploración y navegación espacial plantean serios riesgos para la integridad física y mental de los astronautas, un tema que abordaré posteriormente. Por ello, si la humanidad quiere dar ese gran salto hacia la conquista del espacio, debemos repensar seriamente no solo en los múltiples vicios que como civilización hemos venido reproduciendo a lo largo de los siglos de existencia en la Tierra. Es momento de visualizar una versión 2.0 de la humanidad, evitar a toda costa -en el terreno de la actividad espacial humana- las actitudes beligerantes, la explotación excesiva de los recursos, el contaminar otros cuerpos celestes y reducir al máximo posible los contaminantes que emitimos en nuestro planeta al enviar misiones al espacio. En ese escenario, es evidente que nuestra ética espacial también debe evolucionar, varios pasos más allá del avance de la investigación científica y los intereses comerciales de quienes impulsan la nueva carrera espacial del New Space. Es una responsabilidad académica prioritaria de juristas, politólogos, sociólogos, economistas, ingenieros y filósofos.

En el horizonte de la exploración espacial, los científicos, políticos, empresarios y tomadores de decisiones (en gobierno e industria) deben encontrar alguna fórmula que equilibre estas posturas y concilie con las consideraciones políticas y económicas, que perfilen una ética congruente con el avance humano, por ejemplo, extrapolar al espacio la visión de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, los objetivos de desarrollo sustentable (SDG) y los estándares ESG (environmental, social and governance), lo cual nos permitiría producir resultados sostenidos -para los negocios espaciales éticos- que generen valor e impulsen el crecimiento, al tiempo de fortalecer nuestro medio ambiente y nuestras sociedades bajo una visión de futuro sustentable y sostenible. Por supuesto, no es una tarea fácil para la humanidad en su conjunto, ya que los intentos realizados hasta ahora en el seno de las Naciones Unidas -en el ámbito espacial- no han sido relevantes ni desde la esfera jurídica ni en la coordinación técnica. El derecho espacial vigente es insuficiente, lo hemos dicho reiteradamente, y un ejemplo claro lo representan las Directrices para la reducción de desechos espaciales de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (UN COPUOS), que tampoco han tenido una aplicación práctica para la gestión del tráfico espacial entre los estados miembros.

La saturación con enormes constelaciones satelitales (civiles y militares), la proliferación de armas emplazados en las órbitas de la Tierra, son como mucho otros asuntos y/o actividades del espacio -que iremos abordando en reflexiones posteriores- una cuestión que traza la urgente necesidad de replantear -desde la academia y los organismos multilaterales (UNOOSA/COPUOS)- una ética actualizada acorde con las nuevas realidades, liberada de los intereses político-económicos, prejuicios e ideologías. Como la generación espacial contemporánea, estamos obligados a encontrar y establecer una ética espacial más congruente con nuestros valores y principios, que le permitan a la humanidad hacer las actividades espaciales sostenibles en el largo plazo.

Definitivamente es momento de atender este y otros asuntos de las actividades espaciales con una actitud responsable, pensando en el beneficio de las futuras generaciones. Estamos aún a tiempo de examinar y analizar, con la amplitud necesaria, todos estos asuntos que, por el momento, debemos observarlos como focos rojos que requieren de nuestra urgente atención.

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