Pasar al contenido principal
25/04/2024

La nueva muralla china

Rosario Avilés / Lunes, 3 Febrero 2020 - 21:01

El coronavirus que emerge en China durante las últimas semanas ha puesto otra vez en la palestra el papel que la aviación comercial juega en la economía global y la necesidad de cuidar mucho esta actividad, porque los efectos de la “cuarentena” que ya se vive en la región serán profundos y de largo plazo, tal como sucedió con sus antecesoras, el SARS y el NH1N1.

A pesar de que Wuhan, es una “pequeña” (para lo estándares chinos) ciudad situada en la provincia de Hubei, donde habitan 11 millones de personas, la noticia de la propagación del virus de una neumonía distinta a las conocidas, hizo que se encendieran las alarmas de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, no fue sino hasta casi un mes después que se declaró a este brote de coronavirus, variedad 2019-nCoV, como una emergencia de salud pública.

Al momento de escribir estas líneas se han confirmado 17,489 casos de infección y 362 fallecimientos, de los cuales 350 en Hubei y aunque hay unos 100 casos en más de 18 países, hasta el momento no hay muertes. Esto fue posible en gran parte gracias a la acción inmediata de todas las instancias de aviación, como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI),  la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y las agencias de aviación europea (EASA) y estadounidense (FAA), entre otras, que inmediatamente aplicaron los protocolos para aislar la zona y repatriar, tanto a los turistas Chinos como a los ciudadanos de varios países, en tiempo récord y con estrictas medidas de sanidad.

Y es que en el caso de la aviación, aún está fresco el recuerdo de las otras dos pandemias que azotaron al mundo, donde el transporte aéreo no sólo sirvió de propagador sino que fue una las principales víctimas de los efectos de estos dos virus. Se trata del SARS o gripe aviar del 2002/2003 y el NH1N1 del 2009. En ambos casos hubo pérdidas económicas para el transporte aéreo que la IATA calificó de devastadoras.

Pero no hay que olvidar que la importancia económica de China hace 20 años, pese a haber sido muy grande era menor que en este momento, donde ya se disputa el liderazgo con Estados Unidos y donde la guerra comercial que se inició hace meses entre ambos países ha causado estragos que amenazaban recesión. Por eso, hay quien estima que el daño económico puede ser severo y de largo alcance.

Por otra parte, y a pesar de que la propagación de este virus parece ser más veloz y menos evidente que el SARS, lo cierto es hay buenas noticias en el sentido de que la información científica permite atajar los efectos en tiempos más cortos y evitar los decesos. En ese sentido la OMS compara favorablemente el hecho de que con el SARS la tasa de mortandad fue de 9.6% contra un 2.7% que se observa con el coronavirus.

Por lo pronto China se encuentra semi-aislada. Las aerolíneas comerciales, en especial las europeas y las estadounidenses han cancelado sus vuelos y se estima que no se retomen del todo hasta fines de febrero. Veremos cómo se desenvuelve.

Lo oí en 123.45: Un saludo para los aviadores mexicanos que permanecen en cuarentena en China. E-mail: raviles0829@gmail.com

 

Facebook comments