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16/04/2024

¿Y la nueva DGAC?

Francisco M. M… / Jueves, 1 Junio 2017 - 09:51

Hace un par de años, nos enteramos por parte de todos los medios nacionales sobre los planes del gobierno mexicano, a través de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, para avanzar en el proyecto de la creación de una nueva institución federal que substituiría a la actual Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC).

La idea impactó positivamente al medio aeronáutico nacional, porque todos sabemos que la DGAC adolece de "gordura”, además de que tiene muchos problemas burocráticos que se han acentuado a través de los años y que la han dejado rezagada en comparación otras agencias aeronáuticas de países en vías de desarrollo que no tienen una industria aérea tan activa, moderna y en constante crecimiento como la de México.

Pocas áreas de la actual DGAC se salvan de un estricto escrutinio. Simplemente habría que hablar sobre el funcionamiento del departamento de licencias a personal técnico, en donde todo es complicado y cualquier trámite puede tomar meses, resultando en un verdadero calvario de requisitos, que hasta en países de África estos fueron eliminados cuando se acotaron formalmente las directrices de los anexos de la legislación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Sencillamente, este singular tema merecería una verdadera evaluación y una reforma profunda para modificar los criterios y procesos del departamento de licencias para ponerlo al nivel que nuestro país merece y necesita urgentemente.

Por lo pronto, ya se ha anunciado una nueva ley de aviación civil, la cual debe ser respaldada con un criterio moderno y voluntad política para ir adelante en los temas que se han convertido en una pesada ancla que impacta directamente de una manera u otra a toda la industria aérea de México.

En esta industria aérea tan dinámica como la mexicana, también es vital la implementación de una oficina federal investigadora de accidentes con recursos propios y criterio independiente, como las que existen en países del primer mundo en donde las investigaciones tienen un altísimo nivel profesional. Dichas son dirigidas por personas que son verdaderos expertos en su área y hay que decir que México cuenta con esa clase de expertos para realizar un trabajo tan delicado como este.

Podríamos abordar muchos temas problemáticos de alta relevancia, por lo que al final nos seguiría pareciendo una magnífica idea la de un "borrón y cuenta nueva", para seguir adelante con la substitución de la actual DGAC por una nueva entidad aeronáutica moderna, activa, y eficaz, que corresponde a un país que tiene una industria aérea tan reconocida a nivel mundial.

Desafortunadamente, hace meses que no hemos recibido ninguna nueva noticia sobre los planes para la creación de dicho organismo. Parecería que nuestro gobierno ha decidido archivar el proyecto o no llevarlo a cabo por razones que solo ellos conocen, lo cual es una verdadera lástima para la industria aérea mexicana, que juega un gran papel en el desarrollo socioeconómico nacional y que requiere de instituciones modernas y eficaces.

En México existen hoy más de 300 empresas del sector aeroespacial. El 80% de estas son manufactureras y el 20% ofrece servicios de diseño, ingeniería, mantenimiento, reparación y operaciones. Con esta infraestructura industrial, podemos presumir de estar trabajando bajo criterios y procesos internacionales en este sector, el cual ha crecido 18 por ciento anualmente en los últimos nueve años y brincó del décimo al sexto lugar en la rúbrica de los países que más exportan a la industria aeronáutica de Estados Unidos.

Durante 2016, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos llegaron a la friolera cifra de aproximadamente 7 mil 500 millones de dólares en la categoría mencionada. Así pues, todas nuestras instituciones relacionadas al sector aéreo, como la DGAC, no pueden quedar rezagadas. Es necesario cambiarla, substituirla o reformarla a fondo para posicionarla a una altura internacional.

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