Pasar al contenido principal
25/04/2024

El artículo 32 Constitucional

Francisco M. M… / Jueves, 9 Marzo 2017 - 09:24

Al transcurso de los días, cada vez surgen más noticias y detalles sobre un par de temas que han puesto de nervios a los pilotos comerciales mexicanos. La primera oleada de noticias refiere a la posibilidad de cambios constitucionales que permitirían a pilotos extranjeros tomar el mando de aeronaves con matrículas mexicanas. Dicha enmienda ha sido promovida por la Cámara Nacional del Autotransporte (CANAERO). La otra ronda de novedades apunta a que los pilotos mexicanos tendrán que trabajar más horas (100 horas de vuelo y 200 de servicio) según lo propuesto por un grupo de senadores de la república.

Estoy completamente convencido de que ninguna de estas propuestas fue impulsada por la CANAERO ni por legisladores, sino que provino directamente de los cuarteles generales de diferentes aerolíneas que han usado sus conexiones para impulsar estas proposiciones.

Como están las cosas en nuestro país y conociendo las extrañas maneras en que actúan nuestras autoridades y políticos (sin olvidar a los patrones), no quiero ni pensar en la posibilidad de que algún día veamos pilotos extranjeros uniformados con cuatro barras en la manga del saco y portando insignias de alguna aerolínea comercial mexicana. Yo sé de este tipo de experiencias debido a que yo mismo me enfrenté a esta situación como extranjero cuando trabajé para Turquía y JetAirways por más de 5 años.

Sea como sea, algo me hace pensar que todo este asunto del cambio constitucional y aumento de horas de vuelo mensuales es una de las estrategias de presión de las aerolíneas para impulsar el aumento de la edad en la que los pilotos se pueden jubilar. Por muchos años, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) se han opuesto a este cambio, mientras que Aeroméxico ha estado desesperadamente buscando la forma de mantener una plantilla de pilotos con experiencia sin tener que desembolsar grandes cantidades de dinero para mantener a los jubilados y pagar el entrenamiento de nuevos pilotos simultáneamente.

Por otra parte, me ha llamado mucho la atención que hace un par de días se publicó en redes sociales una escueta circular por parte del Colegio de Pilotos Aviadores de México donde informaron que el Colegio estará "vigilante" ante los acontecimientos que tengan que ver con la modificación del artículo 32 Constitución. A mi parecer, no están haciendo suficiente.

Por su parte, ASPA no ha asumido su papel de defensor de pilotos y se ha apartado de tomar parte en procesos que podrán tener graves consecuencias para las tripulaciones de aviones mexicanos.

Debemos hacer remembranza de que una de las razones por las que se fundó ASPA fue justamente para poner a más pilotos mexicanos en las cabinas de aviones con matrículas mexicanas. Previamente, los pilotos extranjeros dominaban el sector aéreo mexicano al ocupar más puestos de capitanes y obtenían remuneraciones mayores a las de los nacionales.

Aquella tortuosa batalla fue de vida o muerte y el desenlace de este estrago se ve reflejado en el establecimiento del sindicato de pilotos mexicanos que los ha representado por más de 63 años. En varias instancias, ha defendido la integridad de los pilotos nacionales durante periodos desafiantes en la historia aeronáutica mexicana.

El Capitán Augusto Marquet habló en nombre del Colegio de Pilotos: "antes que nada, alas aztecas en el cielo de Anáhuac”. Este lema debe ponerse en un pedestal ya que ha dado vida a esa institución de profesionales: "Sentir hondo, pensar alto y hablar claro"...y es el momento.

Después de que ASPA se estableció, los pilotos foráneos no han podido tomar el mando de una aeronave comercial con matrícula mexicana. Esto último fue ratificado en el artículo 32 de nuestra Constitución. Ahora nuestros legisladores amenazan con despedazar todos los logros por los cuales se pelearon con arduo esfuerzo para salvaguardar la integridad de los pilotos mexicanos.

Todos sabemos cómo funciona nuestra política nacional. La mecánica presente tiende a dar preferencia a los intereses empresariales. Por ello, insisto que estar en una estancia de “vigilancia” simplemente no es suficiente.

Los pilotos mexicanos miembros, tanto de ASPA como del Colegio de Pilotos, deben de estar preparados para una tumultuosa batalla, quizá la más grande desde 1958. No basta con manifestar, emitir circulares o declaraciones por medio de la prensa para defender lo establecido en el Artículo 32.

Los pilotos mexicanos, y esto los incluye a todos, no deben resguardarse en su zona de confort detrás de sus sub-óptimos contratos si los comparamos con los contratos que tienen los pilotos de otras nacionalidades. No tenemos que creer que todo va a salir bien sin que tengamos que hacer algo al respecto. Debemos definir una estrategia clara, rápida, eficaz y contundente para proteger estas codiciadas fuentes de trabajo.

Es imperativo que no olvidemos las lecciones del pasado y mantener cautela ante la feroz brisa de cambios.

Es importante despertar del marasmo, ser proactivos, reaccionar pronto, plantear acciones inéditas y tener siempre en mente los principios de responsabilidad, fuerza y unidad que desde 1958 han caracterizado a nuestras instituciones.

Facebook comments