La propuesta de trasladar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad México (NAICM) a la Base Aérea Militar de Santa Lucía, como propone el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, es aeronáuticamente inviable y podría traer serios problemas a la seguridad de las operaciones aéreas.
Así lo consideró Bernardo Lisker, director internacional de Mitre Corporation, centro estadounidense especializado en investigación aeronáutica y responsable de un estudio de viabilidad aeronáutica sobre la propuesta del político tabasqueño.
El ejecutivo señaló que ampliar las pistas en la instalación de la Fuerza Aérea y combinarla con la operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) provocaría una interferencia en el flujo de los aviones, lo que generaría situaciones de peligro e, incluso, reduciría la capacidad operacional actual.
“Esto no tiene que ver con dinero ni con terrenos. La (razón) número uno es que este plan es inviable aeronáuticamente hablando, es inseguro o restaría capacidad global al Valle de México. Es inviable. El ruido es el segundo problema para un área muy grande”, apuntó el experto, de visita en México para inaugurar las nuevas instalaciones del Simulador de Control de Radar en las instalaciones de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam).
Mencionó también que los resultados del estudio -que de acuerdo con Lizker fueron realizados unilateralmente por la consultora- se presentaron en 2015 a diputados de Morena, al menos tres años antes de que arrancara el proceso electoral presidencial de 2018.
Avalaron su testimonio el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, a la subsecretaria del ramo, Yuriria Mascott y a Roberto Kobeh, director general de Seneam.
Imposible la operación conjunta
La región de San Mateo, en el Estado de México, en donde comienzan su aproximación las aeronaves que aterrizan en el AICM, es el punto geográfico y operativo que limitaría la operación simultánea con la eventual terminal de Santa Lucía.
El problema surge, debido a que por ese lugar pasan prácticamente todas las aeronaves que aterrizan en la terminal actual, lo que no sólo provoca un embudo aéreo, sino que generaría conflictos para los vuelos internacionales que aterrizarían en Santa Lucía.
Pero habría un problema adicional, explicó Bernardo Lizker, que tienen que ver con la distancia vertical mínima que dos aeronaves deben guardar, establecida en por lo menos mil pies, para garantizar la seguridad de los vuelos y evitar colisiones.
“Dos aviones que vienen en diferentes direcciones tienen que cruzar, más o menos por el mismo punto y con una separación vertical que sería menor a lo que las reglas piden. Tener un avió a 150 metros de distancia es una interferencia y es peligroso. No se puede ni debe de hacer”, explicó.
Para eliminar este riesgo, los vuelos internacionales que busquen Santa Lucía tendrían que modificar sus rutas -sin ofrecer un ejemplo en concreto- para maniobrar con seguridad hacia San Mateo y comenzar su aproximación.
Sin embargo, indicó Lizker, esta operación implicaría mayor consumo de combustible en los aviones y en consecuencia, un incremento en los costos para las aerolíneas, lo que además golpearía la competitividad de México como hub aeroportuario.
El directivo de Mitre aseguró que el estudio fue realizado con el objetivo de hacer viable la propuesta de operar con la terminal de Santa Lucía, por lo que simularon las modificaciones de las rutas para ajustar las condiciones de seguridad.
“El Seneam separaría varios kilómetros a los aviones y ya no habría riesgo de colisión, pero entonces tendríamos una reducción en la capacidad”, incluso en relación con el volumen operacional que ya tienen el AICM.
En tanto, el secretario de Comunicaciones y Transportes agregó que trasladar las obras de Texcoco, ejecutadas en un terreno de cinco mil hectáreas, a Santa Lucía implicaría una inversión de aproximadamente 200 mil millones de pesos, para la compra de nuevos terrenos.
Los estudios realizados por Mitre únicamente consideraron el análisis aeronáutico, ya que, de acuerdo con Lizker, la propuesta que Morena planteó desde hace por lo menos dos años, únicamente abordaba la viabilidad en tierra para mover el NAICM a Santa Lucía.
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