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18/05/2024

El inicio de una historia: el Stinson Reliant SR-5A

Redacción A21 / Lunes, 14 Septiembre 2020 - 12:25
POR HUGO GUTIÉRREZ

Hace poco más de 86 años, en junio de 1934, el empresario mexicano don Antonio Díaz Lombardo viajó a Kansas City en compañía de un joven piloto de nombre Julio Zinser, quien sería su asesor en la compra de un avión para iniciar una empresa aérea en México.

La idea de don Antonio Díaz Lombardo era establecer un servicio aéreo entre la Ciudad de México y el puerto de Acapulco, que a principios de los años treinta se había convertido rápidamente en un centro vacacional de gran importancia para los capitalinos y por eso buscaba el avión idóneo para tal empresa.

El avión seleccionado fue un Stinson Reliant modelo SR-5A, un pequeño avión fabricado por la compañía estadounidense Stinson Aircraft Company, apenas en mayo de ese mismo año. Se trataba de un aeronave que poseía un motor radial Lycoming R-680-6, de 245 caballos de fuerza, con capacidad de tres a cuatro pasajeros y un piloto. 

La aeronave tenía la matrícula estadounidense NC-14163, y partió de Kansas City con destino a la Ciudad de México. Abordo, don Antonio Díaz Lombardo y Julio Zinser como piloto al mando del Stinson.

Volaron en el Stinson desde Kansas City hasta San Antonio haciendo dos escalas, primero en Tulsa y luego en Dallas. Posteriormente, tras pasar la noche en San Antonio, volaron a Brownsville y de ahí a Tampico, Tamaulipas, donde pernoctaron para finalmente, en el tercer día de viaje, arribar a la Ciudad de México.

Ya en México, el Stinson recibió la matrícula mexicana XB-AJI, y con su piloto, Julio Zinser, comenzaron a realizarse algunos vuelos de prueba, inicialmente sobre la Ciudad de México y más tarde en la ruta a Acapulco. 

El 14 de septiembre de 1934  se realizó el vuelo inaugural de la nueva empresa denominada Aeronaves de México. El avión despegó del campo aéreo de Balbuena y aterrizó en el campo de Los Hornos, al costado de la playa del mismo nombre, en la Bahía de Acapulco.

Este primer vuelo fue comandado por el capitán Julio Zinser, quien además de ser el primer piloto de Aeronaves de México fue también el primer piloto civil que tuvo licencia comercial para volar en México. 

La ruta seguida por el capitán Zinser fue de Balbuena a Chalco-Cuautla-Iguala-Chilpancingo y finalmente el puerto de Acapulco. 

Tras una hora con 40 minutos de vuelo, el Stinson se posó en el Campo Aéreo de Hornos, donde don Antonio Díaz Lombardo recibió en compañía de autoridades y empresarios locales el vuelo inaugural de la nueva aerolínea.

Durante los siguientes meses del año, el Stinson y su piloto realizaron un total de 45 vuelos redondos en la ruta México-Acapulco, además de llevar a cabo varios vuelos especiales a Tehuacán, Ometepec y Oaxaca.

Además del Stinson, Aeronaves de México operó igualmente con un Bellanca y un Travel Air. Con estas aeronaves la empresa llegó a transportar durante su primer año de operaciones un total de 1,260 pasajeros. El éxito de la empresa fue más que evidente.

Tras el incremento de operaciones y número de pasajeros transportados, don Antonio Díaz Lombardo, en 1936, compró más aeronaves de mayor capacidad y un par de años más tarde. Tomó la decisión de vender el Stinson a un empresario estadounidense, de esta forma el XB-AJI recibe nuevamente la matrícula norteamericana que poseía originalmente y voló a los Estados Unidos, donde se perdió por muchos años de paradero.

Pero antes de su venderlo, en 1937, el Stinson y otras aeronaves que estaban en el Campo Aéreo de Balbuena, fueron requisadas por el Gobierno del General Lázaro Cárdenas y pasó temporalmente a la Fuerza Aérea Mexicana para ser utilizada como aeronave de transporte de mandos militares, e incluso de transporte del mismo presidente, durante el conflicto de la rebelión Cedillista, encabezada por el Gral. Saturnino Cedillo, en San Luis Potosí ese mismo año. En ese momento el Stinson SR-5, se convirtió en uno de los primeros aviones presidenciales de nuestro país. Terminado el conflicto, la aeronave fue regresada a Aeronaves de México y fue vendida durante 1938 a un empresario estadounidense y enviada a Estados Unidos, donde se perdió su paradero por varios años. 

80 años después, reaparece nuestro héroe

En 2014, en la localidad de Manassas, en el estado de Virginia, Estados Unidos, nuestro pequeño Stinson apareció cuando el piloto comercial retirado, Robert Schneberger lo encontró en una feria aérea.

El Capitán Schneberger, enamorado de su profesión, sentía la necesidad de continuar volando, por lo que encontró más que ideal al Stinson. Tras adquirirlo y ponerlo en condiciones idóneas de vuelo, revisó la papelería y descubre que este avión fue adquirido por don Antonio Díaz Lombardo en junio de 1934. 

Al percatarse del valor de avión, se puso en contacto con la directiva de Aeroméxico, señalándoles la importancia de esta aeronave para la aerolínea mexicana. De esta forma se presentó la oportunidad para que Aeroméxico trajera de vuelta a su primer avión, tarea que le tomaría dos años en completarse. 

Fue un gran esfuerzo por parte de la aerolínea, y a dicha aventura se sumaron la Dirección General de Aeronáutica Civil y la Fuerza Aérea Mexicana. Ambas instituciones fueron piezas fundamentales para llevar a buen término esta aventura.

Fue el 27 de mayo de 2016 cuando el Stinson inició su vuelo desde Manassas, Virginia hacia la Ciudad de México, en un viaje que duró una semana, con 29 horas de vuelo  efectivo y 13 escalas, repartidas tanto en Estados Unidos como en México.

Su viaje terminó en la Base Aérea Militar número 1, en Santa Lucía, Estado de México. Dentro de las instalaciones del Cuarto Escalón de Mantenimiento, la aeronave recibió, por parte de técnicos de Aeroméxico y de la Fuerza Aérea Mexicana, una revisión técnica donde se verificó el motor, el fuselaje, la cabina, el tren de aterrizaje y los controles para quedar en perfectas condiciones de vuelo. Posteriormente el avión fue pintado con los colores originales de Aeronaves de México en 1934.

Fue a partir de abril de 2017 que el Stinson permaneció en exhibición en el Museo Militar de Aviación que se localiza dentro de la misma Base Aérea Militar número 1, pero cuando Aeroméxico requiera el avión para promoción será utilizado por la aerolínea, para lo cual el personal de la Fuerza Aérea Mexicana lo tendrá en perfectas condiciones de vuelo.

Presentación ante la familia aeronáutica mexicana

El 8 de febrero de 2017, en las instalaciones de la Base de Mantenimiento de Aeroméxico en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se llevó a cabo la presentación del documental “Stinson, el regreso de una leyenda”, realizado por el cineasta Miguel A. Catalán.

Pero esta emblemática aeronave tenía que ser igualmente presentada en un lugar muy especial y un mes más tarde, en marzo, el Stinson voló a Acapulco, reviviendo 82 años después la ruta que puso al puerto guerrerense en el mapa mundial, y, dentro del marco del 42° Tianguis Turístico, la comunidad turística y aeronáutica mundial conoció a la leyenda de la aviación Mexicana.

La siguiente parada fue dentro de la Feria Aeroespacial Mexicana, FAMEX 2017, que se llevó a cabo en abril de 2017 en la Base Aérea Militar número 1, donde el Stinson estuvo en exhibición para propios y extraños.

Esta es la historia de un avión emblemático que hace revivir nuestra historia aeronáutica, donde nuestro país es un pionero en el ámbito mundial y de los pocos que cuentan con una historia tan rica y llena de vivencias y con protagonistas como el Stinson Reliant SR-5A.

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