Elizabeth Ruth es la única mujer piloto de investigación del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés) que vuela el Boeing 747SP modificado para transportar un telescopio reflexivo de 2.5 metros, siendo el observatorio aéreo más grande del mundo.
Como piloto de SOFIA, Elizabeth vuela la aeronave entre los 12 y los 14 kilómetros de altura, alcanzando un punto por encima del 99 por ciento del vapor de agua en la atmósfera, logrando observaciones imposibles hasta para los más poderosos telescopios en tierra.
“I always wanted to be in the air, whether that was in a plane, on a Ferris wheel, or on a roller coaster. I loved the feeling of being in the sky.” Meet Elizabeth Ruth, NASA research pilot: https://t.co/SGXq8x7ARx #AviationDay pic.twitter.com/evOE2u7EKS
— NASA People (@NASApeople) 19 de agosto de 2019
“Liz”, como es llamada por los integrantes del proyecto SOFIA, creció con una fuerte influencia militar y aeronáutica, pues su padre era un ingeniero aeronáutico que trabajaba para la marina estadounidense.
Sin embargo, la piloto confiesa que la persona que más influyó en ella para que persiguiera una carrera en el mundo de la aviación fue su pediatra, una médico que además, era piloto y volaba su propia aeronave para transportarse y ver a sus pacientes hasta la base naval en donde Ruth vivía.
Gracias a esto, Liz se propuso estudiar medicina y al mismo tiempo obtener su licencia de piloto. “Yo siempre quise estar en el aire, así fuera en un avión, en una rueda de la fortuna o en una montaña rusa. Amaba la sensación de estar en el aire”.
Mientras cursaba la preparatoria, la milicia inició un programa que permitía a las mujeres entrenar como pilotos, por lo que la piloto cambió su enfoque de carrera. Más tarde obtuvo un título en Administración de Empresas por la University of Southern California y al poco tiempo ingresó a la Fuerza Aérea en el programa de pilotos.
Mientras estaba en la fuerza aérea estadounidense obtuvo una maestría en Ciencia Aeronáutica por la Embry-Riddle Aeronautical University, y logró convertirse en capitana antes de concluir con su carrera militar.
“Mi parte favorita de volar SOFIA es estar con los científicos. Es muy inspirador estar entre personas tan apasionadas por lo que hacen. No hay mejores personas con las cuales trabajar que las de la NASA”.
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